¡¡¡¡¡ I N O L V I D A B L E !!!!!
*Hace 50 años la afición fresera vivió una de las más grandes alegrías
Era domingo, día de futbol, pero…….
Pero ésta (24 de Mayo de 1970) se consideraba una fecha muy especial para la afición fresera.
La razón…?
Simple y sencillamente porque el Rey del Futbol Mundial Edson Arantes Do Nascimento (Pelé) pisaría el césped del llamado en ese entonces estadio Irapuato junto con el scratch brasileño que se alistaba para ir en busca de su tercera copa mundial (logró que alcanzó).
Era un partido de preparación ante la Trinca Fresera, pero qué importaba. Los aficionados lo esperaban con ansias y por ello, desde temprana hora empezaron a arribar al inmueble.
La Avenida Guerrero era una verdadera romería y para las 2 de la tarde (el juego estaba programado para las 4) el estadio Irapuato aún con su aforo original (16 mil espectadores) lucía pleno. Era fuerte el calor, pero qué importaba cuando se tendría la dicha de ver en vivo al “scratch brasileño”.
La aparición del seleccionado amazónico hizo que aquello se convirtiera en un manicomio. Tener tan cerca a aquellos “monstruos del futbol” parecía un sueño.
El Rey del futbol mundial Pelé era el centro de atracción sin duda, pero el resto del scratch también ofreció lo suyo.
El cuadro brasileño tomó muy en serio el compromiso, respetando con ello al aficionado ahí presente. El cuadro titular entró en acción, con excepción del arquero Félix y el mediocampista Gerson.
Ado; Carlos Alberto, Brito, Piazza y Marco Antonio; Clodoaldo y Paolo César; Jairzinho, Tostao, Pelé y Rivelino, fue el cuadro inicial de Brasil. Prácticamente el titular en el mundial donde obtuvo por tercera ocasión la Copa Jules Rimet. Félix el arquero y Gerson el mediocampista fueron los que no vieron acción.
Por la Trinca iniciaron: «Cacho» Alatorre; Víctor Manuel Antuñano, Gerónimo DiFlorio, Francisco Majewski y Leonardo Sánchez Moya; Gabriel «nene» López Zapiaín y Raúl Avellaneda; Chava Ruiz, Ubiracy, Perrichón y Marco Antonio Sánchez Moya.
El aficionado vitoreaba todas las jugadas por ambos lados. Ambos equipos eran sus favoritos. Ni siquiera hubo reclamos cuando el árbitro central Javier Galindo, dejó de sancionar el penal cometido por Piazza al “nene” López Zapiaín abrazándolo materialmente cuando el fresero estaba a punto de rematar en el área chica.
La algarabía se hizo presente en todos y cada uno de los goles de Brasil. Era una fiesta y había que disfrutarla en pleno.
Aquello se tornó en algo indescriptible cuando el Rey Pelé, recorriendo todo el estadio, fue regalando flores, en señal de agradecimiento a la afición irapuatense, la cual se le entregó totalmente.
¡¡¡¡¡ Qué momentos !!!!!
Han pasado 50 años de aquella tarde inolvidable para el aficionado fresero y se le sigue considerando como una fecha que se guardará en su memoria y en su corazón, por siempre.